
Sabemos que la hembra está lista cuando presente un punto blanco cerca del ano, muestre rayas blancas verticales o ambas. Es recomendable que la reproducción se efectué en un acuario especialmente dispuesto para ello (no debe tener nada en el fondo que impida que el macho recoja los huevos), poniendo una piedra o plantas que le sirvan como refugio para la hembra, la altura del agua debe ser no mayor a 15 cm, obviamente este tanque debe tener la temperatura entre 28°C a 29°C.


De aquí en adelante el macho cuidará a los huevos, él se encargara de recoger los huevos o alevines que se caigan del nido.
A 28°C los huevos eclosionan en 24-48 horas, los alevines constantemente intentan nadar, lo que aumenta las caídas del nido y por tanto se hace un mayor trabajo para el macho, lo que lo estresa, y provoca que comience a comerlos, si notamos que hace esto debemos retirarlo y bajar el nivel del agua lo más posible, sí no se los come, podemos dejarlo con ellos hasta que tengan 5 días de nacidos, después ya no los cuidará. El riesgo que corremos es que el macho coma la puesta, por lo general un macho primerizo es muy propenso a hacerlo pero con el pasar del tiempo ya será raro que se coma a sus alevines o no los cuide.

A la segunda semana los alevines desarrollan su laberinto, debemos poner una tapa al acuario para que la temperatura del agua sea igual al del aire. Los alevines que lleguen a las 5 semanas lo más probable es que lleguen a ser adulto.
Siempre se debe separar a los alevines por tamaño para una mejor alimentación y a partir de los 3 meses separar a los machos y a las hembras en recipientes.